
Un ictus es una enfermedad repentina. El accidente cerebrovascular puede generar muchas preguntas, como qué es importante saber sobre el ictus, a qué edades se puede tener un ictus y cuáles son los riesgos de sufrir la enfermedad.
Un ictus es una enfermedad súbita que nadie espera. Por ello, el accidente cerebrovascular puede generar muchas preguntas entre los supervivientes y su entorno, tanto familiares como amigos. A continuación recogemos algunas de las cuestiones más habituales sobre la enfermedad. Si tenéis más preguntas no dudéis en mandárnoslas, de esta manera las podremos añadir para dar respuesta a todos.
¿Cuáles son los síntomas de un ictus?
Los síntomas de un ictus aparecen de forma súbita. De repente, la persona puede tener dificultades para ver por un ojo (o ambos), vértigo, confusión, mareo, dolor de cabeza intenso, náuseas y vómitos, entre otros. No se manifiestan todos los síntomas, solo los que tienen relación con la parte del cerebro afectada.
¿Por qué el tiempo de reacción es tan importante?
El ictus es una enfermedad aguda, en la que el tiempo de reacción es crucial de cara a la supervivencia y las posibilidades de recuperación sin secuelas de la persona. Por ello, la velocidad en el diagnóstico y el tratamiento son claves. La persona que está sufriendo un ictus no suele poder dar el señal de alarma. Por eso es tan importante conocer los síntomas de la enfermedad y actuar rápido llamando al 112.
¿Qué es el Código ictus?
El Código ictus es un protocolo de emergencia, implantado en toda Cataluña, que sirve para identificar de forma rápida a las personas que sufren un ictus y sus características clínicas para trasladarlos urgentemente al hospital más cercano, preparado con capacidad de diagnóstico y tratamiento.
Actualmente, en Cataluña existe una red de 6 hospitales terciarios, 8 hospitales de referencia y 14 hospitales comarcales, así como el Sistema de Emergencias Médicas que permiten acortar el tiempo que pasa entre el inicio del ictus y el tratamiento.
¿Cuántos tipos de ictus hay?
Hay dos tipos de ictus. La mayoría, hasta un 85% de los casos, son ictus isquémicos, en el que hay una obstrucción súbita del flujo sanguíneo que provoca la falta de oxígeno en el cerebro. El resto, un 15%, son ictus hemorrágicos y están causados por la ruptura de una arteria cerebral. Los accidentes isquémicos transitorios (AIT) son un tipo de ictus isquémico, con la única diferencia que duran menos tiempo.
¿Quién me atiende en el hospital?
Un equipo multidisciplinar se encarga de la atención a la persona con ictus y lo acompaña durante su estancia hospitalaria. Algunos de los perfiles que atienden a la persona son personal de neurología, neurocirugía, enfermería, rehabilitación y trabajo social.
¿Qué pruebas me harán?
Los profesionales de la salud hacen una serie de pruebas al paciente para obtener información sobre el tipo de ictus, la zona del cerebro afectada, la severidad de las lesiones y qué tratamiento se debe prescribir. Una de las primeras pruebas que le harán son los escáneres cerebrales para determinar el tipo de ictus, las áreas cerebrales dañadas y si hay inflamación. También le pueden hacer pruebas del corazón.
¿Qué tratamiento me harán?
El tratamiento varía en función del tipo de ictus. Si el ictus es isquémico, la terapia irá dirigida a deshacer la obstrucción, teniendo en cuenta tanto el tamaño del trombo como el tipo de vaso sanguíneo que esté afectado por el coágulo. Los dos tratamientos del ictus isquémico son la trombólisis intravenosa y la trombectomía mecánica. Si el ictus es hemorrágico, el tratamiento consiste en extraer la sangre del cerebro mediante una intervención quirúrgica.
¿Cuándo me darán el alta?
El alta hospitalaria se establece en base a muchos factores, algunos de los cuales son las secuelas, la edad de la persona, su situación familiar y las necesidades de rehabilitación. Tras el alta hospitalaria, la persona puede ir a su domicilio, una unidad de paliativos, una residencia geriátrica, un centro sociosanitario o un centro de rehabilitación intensiva.
Después de tener un ictus, ¿puedo tener otro?
Las personas que han tenido un ictus tienen más riesgo de sufrir otro. Vuestro médico os puede prescribir fármacos, rehabilitación y proponeros hacer cambios en el estilo de vida para reducir los riesgos de tener otro ictus. Para reducir el riesgo de sufrir otro ictus puede mejorar sus hábitos nutricionales, empezar a hacer ejercicio y seguir los consejos e instrucciones de su médico.
¿Qué puedo hacer para evitar un ictus?
Hay factores de riesgo modificables que predisponen a una persona a sufrir un ictus. Es importante conocerlos para evitarlos y, en caso de que fuera necesario, tratarlos. Algunos de los principales factores de riesgo son el consumo de alcohol y drogas, el colesterol, la diabetes, la hipertensión, la obesidad, el sedentarismo y el tabaquismo.
¿Hay factores de riesgo no modificables que influyen en la aparición de un ictus?
Hay factores de riesgo no modificables como la edad, los factores genéticos como las enfermedades hereditarias, episodios previos de ictus o ictus transitorio, y la etnia que pueden influir en la predisposición a sufrir un ictus.
¿El ictus está relacionado con las cardiopatías?
El ictus y las cardiopatías comparten los siguientes riesgos, según el Plan director de enfermedades cerebrovasculares y el Plan director de enfermedades vasculares cardíacas del Departamento de Salud:
Las dos enfermedades, ictus y cardiopatías, también están relacionadas porque son un riesgo la una para la otra. Hay algunos tipos de ataques de corazón que son factores de riesgo de ictus.
¿Los ictus son hereditarios?
Hay muchos subtipos de ictus e ictus poco frecuentes que tienen un componente genético. Hay familias en las que más de un miembro ha sufrido un ictus, porque tienen enfermedades hereditarias que incrementan el riesgo de sufrir la enfermedad, como la diabetes, las cardiopatías y la hipertensión arterial. Por eso es importante hablar con el médico de cabecera sobre los factores de riesgo y seguir sus consejos.
¿El ictus es una enfermedad de gente mayor?
El 80% de los ictus afectan a personas de más de 65 años. Aunque el ictus es una enfermedad más habitual entre la gente mayor, puede aparecer a cualquier edad. A mayor edad, mayor es la probabilidad de sufrir un ictus tanto isquémico como hemorrágico. Se ha establecido que el riesgo de sufrir un ictus aumenta un 9% cada año en los hombres y un 10% anual en las mujeres. A partir de los 55 años, cada década que pasa se duplica el riesgo de tener un ictus.
¿El ictus también afecta a gente joven?
Actualmente se están haciendo estudios para analizar el aumento de ictus en personas menores de 45 años. La mayoría de personas jóvenes que sufren ictus no está diagnosticadas de patologías cardíacas, diabetes o hipertensión. O bien están diagnosticadas, pero no siguen correctamente el tratamiento. Hay estudios que demuestran que los anticonceptivos orales y/o tratamiento hormonales pueden ser un factor de riesgo. El embarazo también lo es.
¿Una persona embarazada puede sufrir un ictus?
El embarazo es un factor de riesgo. Hay estudios que demuestran que tomar anticonceptivos orales y/o tratamiento hormonales puede ser un factor de riesgo para sufrir un ictus.
¿Los niños pueden sufrir un ictus?
Hay pocos casos de bebés y niños que sufren ictus, el problema es que los síntomas en los menores son más difíciles de establecer, ya que pueden ser síntomas similares a otras patologías propias de la edad pediátrica. Un ictus se considera infantil desde el nacimiento hasta los 18 años. Es probable que las causas y los efectos del ictus sean diferentes según la edad del niño. En Cataluña cada año ingresan entre 30 y 50 niños con un ictus. Se desconoce el número exacto de casos de ictus en la edad infantil, pero esta enfermedad se encuentra entre las diez causas de muerte infantil más frecuentes.